Hemos estado una semana perdídas en la inmensa y bella aunque al mismo tiempo peligrosa selva baja de la Amazonía Peruana.
Para llegar hasta allí, tuvimos que coger un destartalado barco desde Yurimaguas, ya que en este punto se terminaban las carreteras. Fueron 12 horas apiladas entre hamacas y mercancía de todo tipo, pero enseguida llamamos la atención de todos los menores de 10 años de la embarcación convirtiéndonos así en las "nanis del viaje";cantamos, bailamos y les instruimos en algunas cosas chanantes inútiles jeje...por lo que tuvimos que olvidarnos de la idea de descansar. Con el cuerpo algo machacado, por fin llegamos a Lagunas. Un pueblo por el que inevitablemente teniamos que pasar para adentranos en la selva, un pueblo plagado de mosquitos, un pueblo sin luz, un pueblo sin comida... Tras pasar una noche sofocante y acojonadas porque ciertos insectos eran más grandes que nuestras propias manos...partimos hacía la Reserva Pacaya-Samiria, con dos guías muy especiales. Juan un señor de una más que avanzada edad pero un experto guía cazador de cocodrilos que además había salvado a más de 120 personas de mordeduras de serpientes venenosas y para que negarlo, el cual tenía muuucha más vitalidad que nosotras y luego estaba César, un joven fuerte, excelente cocinero y con una habilidad sorprendente para cazar con lanza los peces que más tarde serían nuestro alimento.
Llegó el momento de subirnos en la canoa, puede sonar divertido...pero cuando pasas más de 48 horas con el trasero pegado a una dura tabla y sin apenas moverte ya que corrías el riesgo de caerte al agua...¿a que ya no os parece tan divertido?. La experiencia es difícil de explicar con palabras, sin bien avistamos todo tipo de animales, monos, osos perezosos, mil especies de aves, serpientes que cruzaban por encima del rio... pero lo que más, más de cerca pudimos ver y sentir fueron los millares de arañas de toda clase, tamaño y color, incluso una tarántula grande y peluda quiso acompañarnos en nuestra canoa...teniendo nuestro guía que sacar un machete para intentar matarla.
Os contaré como es una noche en la selva. La luz de la luna llena, un par de velas y el sonido penetrante... como si de una orquesta se tratara, de la fauna que allí habitaba. Y aunque os parezca sorprendente, lejos de incomodarnos, llegó a darnos ese punto de paz que necesitábamos ante la tensión acumulada. Tres días dentro de la profunda selva fueron suficientes para saciar nuestro espíritu aventurero, pero al regresar a Lagunas, ese pueblo tan apetecible para nosotras, nos encontramos con que no había forma de salir de allí, ya que no iba a pasar ningún barco hasta dos días más tarde de lo esperado. ¡ Estabamos atrapadas en el infierno!... Fue pasado ese tiempo cuando a las 6 de la mañana una voz gritó: "Correr al puerto, correr al puerto, que ha llegado el barco" así que con la legaña puesta y cargadas con las mochilas, allá fuimos.
Lo primero con lo que nos topaamos al subir al barco fueron decenas de vacas, pero... ¡tachánnn! teníamos un camarote de 2 metros cuadrados para nosotras solitas...¡menudo lujazo! aquello era como un horno a 48 grados de temperatura. Pasadas unas horas y ya habiéndonos "acomodado",eso sí, con la misma ropa que habíamos llevado día y noche durante una semana, empezamos a conocer gente de diferentes países que nos iban contando como iban sus viajes y con los que pasamos una noche entera de risas en cubierta, por lo que el viaje se hizo mucho más ameno. Disfrutando del viaje, del paisaje y de la sensación de viajar por el rio Marañón llegamos incluso a navegar por el nacimiento del río Amazonas. Así llegamos a Iquitos, una ciudad enclavada en el río Amazonas donde pudiemos probar lagarto a la parrilla y poco más...ya teníamos ganas de partir hacía Cuzco, así que cogimos un avión en esa dirección haciendo una breve escala en Lima.
PD: Estando en el lugar indicado no podiamos dejar pasar la oportunidad de experimentar la viviencia con un Chamán de más de 90 años de edad en un ritual de Ayahuasca de más de 4 horas de duración para purificar nuestros cuerpos y mentes. Se celebró al aire libre sin más luz que la de la luna llena que esa noche brillaba, entre cánticos y espiraciones sobre nuestros cuerpos del humo de una pipa a base de tabaco de mapache...la experiencia se puede resumir como inrresumible .......................
Calle de Yurimaguas. |
Barco de Yurimaguas a Lagunas. |
Atardecer rio Marañón. |
Resereva Pacaya-Samiria. |
Oso Perezoso (Pacaya-Samiria) |
Colgada de una liana como Tarzán de la selva. |
César nos prepara una suculenta comida selvática. |
Increibles lianas(Pacaya-Samilia) |
Intento frustrado de huir de Lagunas. |
Niño en Lagunas. |
Paisaje amazónico. |
Pescador en el rio Marañón. |
Camarote barco de Lagunas a Iquitos. |
uhooo, esta es sin duda la publicación q más me ha gustado, me ha dado la sensación de leer una novela, por fin puedes decir q te has ido en plan hippiondo jajaja. Menuda experiencia, ahora si, aunque lo de las arañas me echaria muy mucho para atras q quieres q te diga...jeje. Me muero de ganas de ver mas fotejas...
ResponderEliminarMuchos besos amorin!
Eres una aventurera nata nena! me encanta! jo que morrazo, aunque lo de los bichos lo llevaria bastante mal jeje, un beso muy grande y sigue disfrutando que esto creo que solo pasa una vez en la vida muuuuaa!! guapa!! -NURIA-
ResponderEliminarHola Tamara, espero se encuentres bien. Estuve leyendo tu post sobre tu viaje en la selva peruana muy interesante y muy bien redactado. Yo estuve viviendo 3 años en Maripasoula corazon de la selva amazónica en la Guyana Francesa.
ResponderEliminarUna experiencia fabulosa, pero muy fuerte a nivel vivencia. Estuve trabajando para el Estado Francés,
Acabo de terminar una novela autobiográfica que transcrurre allá, tal vez te interese: La Ciudad de los Lobos Blancos
Podés leerla en esta dirección
https://sites.google.com/site/laciudaddeloslobosblancos/
o bien bajartela en esta dire:
https://sites.google.com/site/laciudaddeloslobosblancos/descargar-novela-gratis
Resumen de la novela: en procedencia de Buenos Aires, de súbito en medio de su vida parisina con ruptura amorosa de fondo, una misión para el estado francés lo desembarca en plena selva amazónica, más exactamente en Maripasoula, pueblo de 5000 habitantes, hora y media de aviación selva adentro de la Guyana Francesa. Uno de los principales puntos a cubrir: el aumento inquietante de suicidios entre los adolescentes amerindios.
Excelente.
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